Entintados de Silencio

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

  No te detengas

Walt Whitman

Entintados de Silencio

Unas pocas palabras en tu oído diría.
Poca es la fe de un hombre incierto.
Vivir mucho es oscuro, y de pronto saber no es conocerse.
Pero aún así diría. Pues mis ojos repiten lo que copian:
tu belleza, tu nombre, el son del río, el bosque,
el alma a solas.

Todo lo vio y lo tienen. Eso dicen los ojos.
A quien los ve responden. Pero nunca preguntan.
Porque si sucesivamente van tomando
de la luz el color, del oro el cieno
y de todo el sabor el pozo lúcido,
no desconocen besos, ni rumores, ni aromas;
han visto árboles grandes, murmullos silenciosos,
hogueras apagadas, ascuas, venas, ceniza,
y el mar, el mar al fondo, con sus lentas espinas,
restos de cuerpos bellos, que las playas devuelven.

Unas pocas palabras, mientras alguien callase;
las del viento en las hojas, mientras beso tus labios.
Unas claras palabras, mientras duermo en tu seno.
Suena el agua en la piedra. Mientras, quieto,
estoy muerto.

Unas pocas palabras 

Vicente Aleixandre

Entintados de Silencio

"¿A dónde van los silencios?"

 

"Belleza de mujer" - Fotografía: René González . Haití

Entintados de Silencio

Y...

Te busco casi como un milagro
como una rueda que no se detiene

Te esperaba como el silencio
como un suspiro que va inundando tu cuerpo

Tu boca derramándose
como la brisa de tus pasos que no vienen
porque nunca lo han prometido

¿Cómo nombrarte entonces, furtivo ángel?

Que sabes de mis angustias
y mis pasos de vuelta

De que sirve llamarte
luna, noche o mar?
De qué lluvia espero
si ya no es Mayo?

Antes bien si tu boca no existe
si tus pies no se dirigen hacia mis sueños
cómo entonces no volverme
navío y hallarte
aunque sea entre nubes
o en el infierno de mis horas calles noches
y cantar desde esta mudez del alba
que me vuelve a recordar
cuánto te necesito


Silvia Trujillo

Entintados de Silencio

VI

Tanto silencio derramándose
en tu vientre que no tengo...
tantos anhelos de esta ciudad que nos ahoga
tú, invencible, inhumana,
siempre bajo las ruedas
bajo el asfalto
que nos cubre el alma
y entonces te pregunto
te persigo
como los gatos en celo
y los recuerdos
de la infancia me
llevan a tu regazo,

Donde habitar tanto silencio?
Donde recuperar esa distancia que aniquila?


Sigo fumando tu ausencia
sigo contándome a mi mismo
una historia de amor que nunca llega,
porque no existe
y la ciudad me vuelve a recordar
que el asfalto no sólo
nos cubre el alma...

Hay pájaros que de noche
cantan una canción perdida
yo los escucho venir
pidiéndoles que la memoria
no vuelva a buscarte
yo canto bajo tus sombras
esperando un misterio
Me veo en el espejo del alba
para recuperar mi palabra
para buscar una dicha
que no encuentro.

Esta ausencia que habitas
y que niego

Esta angustia colmada

se ha hecho oficio

Te busco con una mirada
de ciego, y tu sonrisa
de muerta me devuelve
tu telar,
Penélope,
y busco desenredarte el alma
pero no estás,
Penélope,
ya no habitas este palacio,
te has ido
a pelear por tus naves.

Que hambriento estoy de tus silencios
de la mirada que derrotaba las mentiras

Pero ya no sé nada
no sé nada
mas que perseguir tu puerto,
aunque ya no exista...

J. Lisson

Entintados de Silencio

Estoy aquí, sentada, con todas mis palabras
como una cesta de fruta verde, intactas.

Los fragmentos
de mil dioses antiguos derribados
se buscan por mi sangre, se aprisionan, queriendo recomponer su estatua.
De las bocas destruidas
quiere subir hasta mi boca un canto, un olor de resinas quemadas, alg{uin gesto de misteriosa roca trabajada.
Pero soy el olvido, la traición, el caracol que no guardó del mar
ni el eco de las más pequeña ola.
Y no miro los templos sumergidos;
sólo miro los árboles que encima de las ruinas mueven su vasta sombra, muerden con dientes ácidos el viento cuando pasa.
Y los signos se cierran bajo mis ojos como la flor bajo los dedos torpísimos de un ciego. Pero yo sé: detrás de mi cuerpo otro cuerpo se agazapam y alrededor de mí muchas respiraciones
cruzan furtivamente
como los animales nocturnos en la selva.

Yo sé, en algú lugar, lo mismo que en el desierto el cactus, un constelado corazón de espinas
está aguardando un hombre como el cactus la lluvia.

Pero yo no conozco más que ciertas palabras
en el idioma o lápida
bajo el que sepultaron vivo a mi antepasado.

- Silencio Cerca de una piedra Antigua -

Rosario Castellanos

Entintados de Silencio

 

XIII

Memoria de los días

Adolfo Ruiseñor

                Da igual
amor que no contestes
que sólo seas la muchedumbre escondida
                           en el polvo

                Da igual
dolorcito tierno
que me plante sus ojos como los agujeros
                          de una tumba
o que su lengua me diga los pezones
o su caminar en los traspatios del silencio
             Humito mío
mariguanita alucinándome el verbo
el otoño de culpas
las madrugadas de nunca acabar
da igual

              Da igual
que sus rodillas me cancelen el deseo
o el perfume que me derramaría su sexo
y es que nos sucede
la ciudad que va mordiendo el amor en los hoteles
y es que de paso recuerdo la cita que aplazamos
la puerta sellada
vacía de nosotros
como la noche derrumbando su cuello
al cajón del día

             Da igual
lo dice mi balada de espejos dolorosos
jugando a las lágrimas
lo dicen mis manos abiertas a la soledad del agua
porque a dónde llevamos
nuestra tertulia de sombras
a dónde la profundidad de los huesos
y la trabazón de recuerdos

              Da igual
pero me duele la clandestinidad de la noche
y los pasos huidizos en la fraternidad del asfalto
y esta caida hacia ninguna parte
hacía ningún rincón de su nombre
cangrejita mía
no es que me lamente demasiado de esta suerte
o de la ciudad amordazándonos con guantes
pasa lo del silencio o lo del olvido
andamos a tientas
sin garras
masticándonos las ganas y el recuerdo
la confabulación de las almas
el triste pedazo de reposo
que no sigue haciendo
falta

Edicion 2011
Public Pervert

Entintados de Silencio: Recital

Entintados de Silencio:

"¿Se escucha? ¿Quién escucha?
¿Uno?¿Varios?¿Ninguno?
No me importa.
La sordera no es lo que hace al silencio.
Lo que hace al silencio es la mudez.
Y no quiero ser cómplice
de ese crimen contra la humanidad.
Porque sin la palabra nadie es el hombre, nada
distinto de la piedra. En el cosmos entero un dios puso en sus labios el sello de exención. Y el poeta es quien da voz a lo que no habla, es el que..."

Fragmento: "Recital"

Rosario Castellanos