Encargo

A ti, lector@ cómplice obsequio este loco mar de versos para tu bolsillo...

miércoles, 25 de julio de 2012

El maestro del silencio

 

 

Un monje que se hacía llamar “el maestro del silencio” era en realidad un impostor. Con el fin de vender su budismo zen fraudulento, tenía consigo a dos elocuentes monjes que contestaban por él las preguntas.


Un día, mientras estaban ausentes sus ayudantes, se le acercó un monje peregrino que le preguntó: “Maestro, ¿quién es el Buda?”. Al no saber qué hacer o decir, en medio de su confusión, miró desesperadamente en todas direcciones en busca de sus voceros.


El peregrino, satisfecho al parecer, le volvió a preguntar: “¿Qué es el dharma?”, Tampoco pudo contestar, de modo que miró primero al techo y después al suelo, pidiendo ayuda al cielo y al infierno.


Nuevamente, el monje preguntó: “¿Qué es el sangha?”. Ante esto, el “maestro del silencio” no pudo hacer otra cosa que cerrar los ojos.


Por último, el monje preguntó “¿Qué es la beatitud?”. Desesperado, el “maestro” extendió sus brazos en señal de rendición.


El peregrino se dio por satisfecho y continuó su viaje. En el camino se encontró con los monjes asistentes y les dijo: “El maestro del silencio es un ser iluminado. Le pregunté qué era el Buda y en seguida volvió la cabeza al este y al oeste, queriéndome dar a entender que los seres humanos siempre están buscando al Buda por aquí y por allá, pero que en realidad el Buda no puede encontrarse en el este ni en el oeste. Luego le pregunté qué era el dharma. En respuesta me miró de arriba abajo, queriendo dar a entender que la verdad del dharma es una totalidad de igualdad, dado que no hay diferencia entre lo alto y lo bajo ya que tanto la pureza como la impureza pueden encontrarse en ambas partes. Al responder a mi pregunta sobre qué es el sangha, se limitó a cerrar los ojos; esto es una insinuación del dicho célebre: Si puedes cerrar los ojos y dormir profundamente en las hondas grutas de las montañas envueltas en nubes, entonces eres un gran monje. Ante mi última pregunta sobre qué era la beatitud, él extendió los brazos y me mostró sus manos. Con esto quería decir que estaba dispuesto a ayudar a los seres sensibles con sus bendiciones. ¡Oh, qué maestro tan sabio! ¡Cuán profunda es su enseñanza!”. Concluyó el peregrino, y se despidió.


Cuando el “maestro del silencio” volvió a ver a sus ayudantes les gritó: “¿Dónde os habéis metido? ¡Hace un instante estuve a punto de arruinarme por culpa de un peregrino preguntón!”. 

 

Budismo Chan

lunes, 23 de julio de 2012


ASÍ HABLÓ CARASUCIA

Nur narr nur dichter



1

Compartí durante mucho tiempo mi morada terrenal con un perro y un gato, y su conducta tan divergente me intrigó sobremanera. Un amigo filósofo, consultado al respecto, no me sacó de mi perplejidad, por el contrario la incrementó considerablemente cuando me dijo eso, es que el perro es un empirista irredento, atenido exclusivamente a sus sensendata, y en cambio el gato es un idealista trascendental de corte neokantiano.

2

Otro amigo, economista con gran solvencia económica, opinó que todo se reduce a un problema de oferta y demanda. Según lo que alcancé a comprender, el perro es un oferente, sobre todo de afecto, y el gato un demandante, sobre todo de leche fresca y ultramarinos caros, lo cual puede ser aceptado con ciertas reservas, por ejemplo, en el sentido de no confundir al felino, dadas sus reconocidas características de selectividad y discernimiento, con un consumista vulgar.

3

El gato está investido de libertad, independencia, autonomía. Esboza a través de sus llameantes y bien decorados ojos, una evidente voluntad de poder, es dogmático y pretende estar al día en todo. Si tuviera oportunidad de ropa, ésta sólo la usaría siendo importada (o cuando menos de fayuca evidente). El perro en cambio, es un animal comprometido con la sociedad civil, en realidad de extrema izquierda, aun cuando esta condición se nos oculte bajo su ostensible respeto a las instituciones domésticas, dejando de lado definitivamente, a los malintencionados que lo adscriben a la línea política del partido oficial, debido a su inocente tendencia a dirigirse siempre al sol que más calienta.

4

También, aunque ustedes lo duden, tengo un amigo teólogo, que enredó más el asunto insinuándome que el gato no es sino un ángel caído, arrojado desde el empíreo hasta la vecindad de los fogones terrenales, condenado a compartir con las siervas de los humanos, la ubicación de la escala ontológica y aun el nombre genérico. Todo ello como castigo a una diabólica arrogancia que le inducía, allá arriba, a ocuparse exclusivamente de lamer y relamer su peluda belleza, con notorio desdén para la bienaventura pero diligente y laboriosa comunidad celestial.

5

Yo respeto mucho esta última consideración, pero desde luego la califico de improbable, sobre todo cuando observo, con mal disimulada envidia, la enorme facilidad del gato para evitar todo lo que pueda desestabilizarlo, al recorrer las soberbias alturas de los tinacos en la azotea.

6

Más convincente me parece la tesis que mi amigo desarrolla en relación con el perro, la cual lo aboca esperar tranquilo las trompetas del Juicio Final, pues está destinado, en la ya no tan lejana consumación de los siglos, a echarse confiado por toda la eternidad, a los pies pero a la diestra del señor.

P.D.

El perro acapara elogios por su innegable inteligencia, pero en el fondo, siempre será un analfabeta funcional. En cambio, yo no descarto del todo mi esperanza de que el gato aprenda algún día a Baudelaire, y aun escribir, si así le place.

Ramón Rodríguez

ENTINTADOS DE BLUES





 APUNTES PARA UN BLUES


I got the weary blues
LANGSTON HUGHES


He caído en el fondo del blues

esta noche

digo

que he caído en el fondo del blues

esta noche


esta vez

necesito cantar

sin reír

y llorar

y decir

que sin ella no puedo vivir

es posible que escriba muy mal

pensaré que escribo una flor natural

esta vez


voy a decir me duele la camisa por su ausencia

mis zapatos sollozan en su rincón doliente

y la boca me sabe a nostalgia o moneda

porque ella se ha ido del mundo de mis manos

porque llueve hace frío

y hay regada en el suelo mucha melancolía

o tal vez por ser lunes

esta noche

es propicia ocasión de llorar

pero desde la infancia

aprendí en estos casos mejor a reír

(también aprendí a multiplicar

pero no a dividir)

no podré llorar pues

esta vez


mas como generosa dejará entre mis labios

sus mejores espasmos

hoy le escribo estos versos apropiados

húmedos y agridulces como oreja o ciruela

pero ya no la espero

ingresará de prisa en el pasado

si me pongo a olvidarla con esmero

esta noche


he caído en el fondo del blues

he caído en el fondo del blues


Ramón Rodríguez

viernes, 20 de julio de 2012






La colección Cuentos para leer antes del fin del Mundo se complace en presentar el primer número titulado "El fin de las Cosas" con tres historias que nos permiten observar escenas complejas e insólitas que nos dan una sensación de que el tiempo y el silencio nos envuelven, aquí los personajes mitológicos son elementos que nos toman de la mano y nos comparten sus visiones: "Cierro los ojos e inicio la cuenta regresiva., 5,4,3,2... Todo es silencio. En mis adentros espero, que esos seres sin rostro, puedan encontrar la paz en lejanas galaxias."

"El fin de las cosas" es el primer libro de cuentos del escritor Marcelino Champo el cual se presenta en un formato de bolsillo que se puede llevar a todas partes.

Este hermoso ejemplar está a sólo $25 y hacemos envios a México y Latinoamérica.  

El silencio y el sueño son dos temas que nos interesan porque son elementos de la vida cotidiana que nos complementan. El tema del silencio es muy importante dentro de la literatura, las palabras no dicen lo que dicen, sino que callan y aguardan sutilmente que los ojos de los lectores puedan encontrarlas, amarlas y esperarlas, el silencio habla a quien le escucha, y entonces el sueño es la ruta que nos enlaza con la creación, el sueño que en silencio indaga a la noche, a la palabra misma, en esta colección el silencio vuelve hablar como ensueños...

El primer número de la Colección El Jardín Secreto contiene citas de escritores que se han interesado por el tema del Sueño y el Silencio, entre ellos Leonora Carrington, Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik y Rabindranath Tagore,  en un formato de bolsillo que se puede llevar a todas partes.

El precio es de $25 y hacemos envíos en México y Latinoamérica. 

martes, 3 de julio de 2012

Entintados de Silencio: Christine de Pisan



« Y juran fuerte y prometen y mienten
Ser leales, secretos, y luego alardean. »

Christine de Pisan
(1364 -1430)
Escritora, Editora e Historiadora 
Entintados de Silencio 
- Del otro lado -



Años y minutos hacen el amor.
Máscaras verdes bajo la lluvia.
Iglesia de vitrales obscenos.
Huella azul en la pared.

No conozco.
No reconozco.
Oscuro. Silencio.


Alejandra Pizarnik